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El inmobiliario para laboratorio hace referencia a los elementos fijos y no portátiles que se utilizan en un entorno de laboratorio. Consiste en la instalación de muebles y equipos específicos que se encuentran permanentemente en su lugar designado. Estos incluyen mesones, bancadas, estanterías, armarios, campanas de extracción, entre otros.
El inmobiliario para laboratorio está diseñado y construido para cumplir con las necesidades y requisitos específicos del entorno científico, brindando una infraestructura sólida y segura para llevar a cabo investigaciones, experimentos y análisis. Su instalación y disposición estratégica contribuyen a la eficiencia y funcionalidad del laboratorio, permitiendo una organización óptima y un flujo de trabajo adecuado.